Thursday, July 28, 2011

De genética, violentos y Rosselló

Hace unos días la agencia de noticias NOTICEL publicó una nota sobre los orígenes de nuestra violencia.  Resulta que la culpa es de otros, para variar. Los presos españoles, los africanos esclavizados y maltratados y los pobres indios jodidos, digo, taínos son los responsables de nuestro deterioro. Somos violentos, porque somos caribeños. (http://www.noticel.com/noticia/107872/somos-violentos-porque-somos-caribenos.html)  Me parece vergonzoso que nuestra actitud violenta se la quieran achacar a un asunto genético-cultural. 

Mientras leía con desagrado e incredulidad sobre los orígenes de nuestra ola de crimen e intolerancia, se me ocurrió que yo si fuera un profesional de la conducta humana, de esos charlatanes que los medios entrevistan para publicar sus imbéciles teorías, establecería que la culpa es de Pedro Rosselló.  Es correcto, el mismo que se exhibía con pantaloncitos cortos para cautivar y conquistar el voto. ¡A la verdad, que ese macho era todo un espectáculo, un eye-candy!  El mismo que besaba a tod@s, tanto asi que no había vieja que no lo quisiera besar y tocar. Un saludo a mi mama, orgullosa fanática de este fenómeno.  Siempre recuerdo con amor su hablar lleno de gallitos, como nene de 13 años, y que nos prometía un mejor futuro, “porque se puede, claro que se puede”.  Nadie ha olvidado ese coqueteo de piernas por el Viejo San Juan y esos ojazos que la tierra se ha de comer.  La tierra no vomita, ¿verdad?

Aquí les explico los fundamentos en los que basaría mi teoría:
1.       Su trabajo para reducir la criminalidad: Luego de su juramentación, los helicópteros empezaban a volar por los caseríos de la Isla.  ¡La mano dura contra el crimen iba a resolver el problema! Aun recuerdo cuando el helicóptero visito los caseríos que están cerca del barrio en el que crecí.  Sellés, Ramos Antonini, Monte Hatillo y El Prado, entre otros.  Esa noche, mami nos despertó para ver como el helicóptero inundaba el caserío de luz. “¡ESE ES MI PEDRITO COÑO!” gritaba mi vieja.  Eso era La mano dura contra el crimen. ¡Se acabo la poca vergüenza de esos títeres de las drogas!   Lo chévere no era solo que se metieran al caserío y “acabaran” con la droga. Lo chévere era ver como cerraban calles, construían verjas y casetas de control de acceso, metían a la Guardia Nacional con armas largas. Era una imagen de lo más curiosa, pues era un asunto de combatir violencia con violencia.  Una estrategia muy inteligente. 
 
 
Ver a los chamaquitos del caserío corriendo y jugando alrededor de estos tipos con armas largas me causaba curiosidad.  Si yo, un pre-adolescente, le estaba perdiendo el miedo a ver esas armas, tan solo de verlas de lejos, qué sería si me criara entre ellas. ¿A nadie más le sorprendía esta imagen?  
 
 
La administración actual de gobierno, nos quiere meter por ojo boca y nariz una campaña intensa donde se habla de importancia de los valores y donde se habla de la pérdida de los mismos, ante el panorama de violencia que vivimos. ¿Pérdida de valores? Es correcto, ellos han decidido delegar esta responsabilidad en nuestros hogares.  Ellos no tienen nada que ver en eso.  Si, entendió bien. Nosotros, en nuestras casas, somos responsables de la falta de respeto, entre otras cosas, a la vida ajena.  Que ellos golpeen a los estudiantes en su Universidad y en las escalinatas de Capitolio en nada tiene que ver con la pérdida de valores que como Pueblo estamos viviendo.  Para mi sorpresa, nuevamente descubro que Luis Fortuño debió ser bien bruto en las matemáticas cuando era chamaquito (con su Reforma Contributiva lo descubrí por primera vez).  Quien sepa sumar y restar, se dará cuenta que muchos de esos matones que hay en la calle hoy día son precisamente los hijos de la mano dura contra el crimen.

2.       La Reforma de Salud: Creo que hoy, la Reforma va por la Reforma, de la Reforma de la Reforma, eso si mis cálculos son correctos.  Recuerdo que estando en mi año de prepa en la UIPI, se discutía que la Reforma de Salud era una excelente idea; y que algunos expertos en la cosa pública le habían advertido al muñecón de La Fortaleza que implantar el plan en 4, ni en 8 años era posible, que una implantación a12 años era una acción muchas más responsable con las finanzas del Pueblo.  Pero claro, como “se puede, claro que se puede”  el tipo nos puso en 4 y nos dio la Reforma, pues era su promesa de campaña y Rosselló seria - ¡y es! - incapaz de mentirle a su pueblo.  Me imagino que los pacientes de MCS deben estar bien contentos al día de hoy. Gracias a Dios, que Rodríguez-Ema esta nuevamente capitaneando esa gran idea. Ante el panorama actual donde la Salud es vista como un negocio (estamos claros que nunca ha dejado de serlo), ¿Qué padre o madre con un hijo/a enfermo/a y en necesidad no se indigna, pierde los valores, se torna violento y desenfunda un arma contra dos o tres ante el sentimiento de impotencia que le invade?  
3.       El Tren Urbano. Quien se crea que esa idea nació con Rosselló y Carlos Pesquera, se equivoca, pero para esos detalles mejor escríbanle un inbox a Melo Muñoz. Al Ingeniero le tocaba la titánica tarea de desarrollar el gran plan.  ¡Qué mala costumbre de poner a los Ingenieros a bregar con la infraestructura urbana de las ciudades!  Ahí está el resultado. Ahora tenemos una gran serpiente se concreto que se me mama un “guebo” de electricidad (la cual está bien baratita en estos días por cierto y la factura le jode el día al ser más pacífico) y años más tarde continua sin cumplir su cuota de pasajeros. Un tren que no va a ninguna parte. Estaciones napoleónicas que no cumplen ninguna función. Ubicadas cerca de desarrollos de vivienda que nunca han llegado, y nunca llegarán mientras sigamos otorgando permisos para construir residencias en Caguas, Gurabo y Dorado desde los bajos $300k.  Estaciones bordeadas de aceras sin iluminación, sin un tratamiento paisajístico agradable al peatón.  Estaciones, como la de Rio Piedras, invadidas por deambulantes. Ah claro, es que la culpa es de Sila y de Aníbal por no darle seguimiento a la gran obra.  ¿Les parece irracional esta razón? ¿A ti no te jode la vida el tapón y te parece sensato pasar horas metido en tu carro para poder llegar a tu destino?
4.       Víctor Fajardo. Cuando juegas con la educación, lo menos que te merece, es precisamente es que te cosan a tiros.  Es mucho más violento, falto de valores y falto de moral robarle un libro educativo a un niño, que querer pegarle un tiro a una escoria de la sociedad.

Creo que con estos 4 puntos soy capaz de convencer al más incrédulo. Nada de culpar a nuestra herencia cultural; ni el calor del Caribe, que en nada tiene que ver con nuestro comportamiento.  En un tono un poco más serio quiero concluir con lo siguiente: A los que piensen que las acciones y las decisiones que tomemos hoy no tienen repercusiones futuras, le invito a que revisen nuestra historia reciente. La bonanza de bienestar social que nos hicieron creer que existía en los 90’s era ficticia.  Ni hablar de la bonanza económica.  La violencia no se combate con violencia.  Ya está más que claro que el derecho a la Salud es un negocio en esta isla. El progreso no se mide en concreto; no se me mide comprometiendo nuestros terrenos agrícolas para crear viviendas que están lejos de nuestras escuelas y centros de trabajo; no se mide con WalMart, ni con Costco.  De que vale que gastes lo que no tienes en un tren, si aun medimos progreso con la marca del carro que guiamos.  Realmente, no nos debe extrañar el deterioro, por no decir descojón, social que vivimos. Por estas razones es que a mí me nace responsabilizar y darle las gracias a Pedro Rosselló, un hombre de pantaloncitos cortos, pero de gran visión.  Un hombre que endeudo el país, pero que mucho nos dio, y un gran legado, según mi teoría, nos dejo.